Seguimos presentando los proyectos participantes en la primera fase de diseño del nuevo Parque Museo Humano San Borja (Santiago, Chile); hoy dejamos con ustedes la propuesta de Cristián Prado, Tomás Prado, Raúl Espinoza y Beltrán Díaz, de Prado Arquitectos.
Si te perdiste los cinco proyectos finalistas que luchan por el primer lugar, revísalos aquí.
Texto por los arquitectos.
Idea: El proyecto se funda en la simbiosis de dos elementos: la naturaleza y el ser humano. En este contexto, los Menhires marcan el primer ejemplo de esta relación donde el hombre alzó y alineó en extensas superficies de terreno en su constante búsqueda de trascender. De esta manera el Parque museo Humano generará un espacio donde laderas verdes y arboles generan un paseo sin itinerario en una naturaleza aparentemente no domesticada. Donde la búsqueda del orden racional y la necesidad de la expresión artística del hombre, será reflejada por la grilla y las esculturas.
De esta forma, el parque, será un espacio de recreo donde el ciudadano tendrá la libertad de recorrer, descubrir y contemplar el arte y la naturaleza.
Urbano:
El parque museo humano se constituirá en una nueva pieza recreativa – cultural dentro del sector con los ya existentes Cerro Santa Lucía, parque forestal, museos centro Cultural Gabriela Mistral. En este contexto el proyecto contemplará el uso de esculturas dispuestas en espacios urbanos estratégicos para crear indicios que guíen al ciudadano hacia el proyecto.
De esta manera, se disponen esculturas en el frontis del Museo Bellas Artes, Parque O’Higgins, Plaza de Armas, Cerro Santa Lucía, Plaza del GAM, Metro Universidad Católica, Plaza de Carabineros, frontis del Museo Violeta Parra y centro de extensión de la Universidad Católica entre otros. Además se integrará la calle Marcoleta como una vía semi-peatonal expandiendo los limites perceptuales del proyecto.
Zonificación:
El parque contemplará dos áreas bien definidas: la ladera poniente, la más importante, donde se emplazarán el pabellón, esculturas y sendero diagonal (flujo jerárquico peatonal). Mientras, en el sector oriente se proyecta una plataforma dura que da lugar a las actividades deportivas (multicancha y pista de patinaje), de servicio, juegos infantiles y además puede constituirse en una zona flexible para actividades itinerantes masivas como teatro, danza, recitales y ferias culturales.
Pabellón, volumen suspendido y luminoso
El pabellón se ubica sobre el sendero diagonal y es concebido en dos polos principales: el subterráneo que muestra el proceso creativo desde sus raíces (fundamento) hasta la materialización de la idea y el suspendido que respeta la continuidad visual del parque con apoyos mínimos sobre el terreno y se proyecta como un contenedor luminoso de líneas simples que pone en valor las obras menores mediante una escala intima e inmaterial que busca un dialogo diverso entre hombre, arte y naturaleza.
Grilla, orden de relaciones urbanas y de parque.
El uso de a grilla genera un orden racional superior en el parque y su modulo nace a partir de las esculturas mayores que requieren idealmente una dimensión de observación de 6x6 metros. De esta forma, son dispuestas las 88 esculturas en alguna de las intersecciones de la grilla respetando siempre el entorno mínimo sugerido de acuerdo a la escala de obra. Esta cuadricula virtual queda enunciada con la utilización de puntos de luz en cada una de sus intersecciones.
Concurso: Diseño de arquitectura de Parque Museo Humano San Borja
Arquitectos: p r a d o a r q u i t e c t o s / Cristián Prado, Tomás Prado, Raúl Espinoza, Beltrán Díaz
Colaboradores: Paula Basulto, Ignacio Álvarez, Francisco Pizarro, Daniel Pinilla, Gonzalo Matamala
Ubicación: Parque San Borja
Área: 24000.0 m2
Año Proyecto: 2014
Fotografías: Cortesía de Prado Arquitectos